Estas dos fotografías pertenecen al mismo lugar… la estación de metro de la calle Bleecker. Pero, a ambas les separan más de cien años.
La diferencia más importante, es que en la primera imagen (captada en 1905) se aprecian claramente en el techo del andén la existencia de tragaluces. Estos permitían a la estación disponer de iluminación natural.
Con el paso de los años, el número de viajeros que hacían uso de la estación aumentó y fue necesaria su ampliación. Esto provocó la desaparición de los llamados “skylights”.
El que ha permanecido inalterable, a pesar del tiempo transcurrido, es el mosaico que indica a los usuarios el nombre de la estación. Está formado por 27 piezas de cerámica y fue creado por la compañía Grueby Faience.
Imágenes: Archivo New York Public Library /Creative Commons