Central Park es inmenso y el presupuesto anual para mantener en buenas condiciones sus 341 hectáreas asciende a casi 40 millones de dólares.
De ellos, tan solo un 15% es sufragado por las arcas municipales. El resto procede de generosos benefactores y pequeñas donaciones a la Central Park Conservancy, una organización privada sin ánimo de lucro, creada en 1980, y que es la encargada de gestionar el parque.
Adopta un banco
Si has paseado por el parque, y te has sentado en alguno de sus casi 9.000 bancos, seguro que ha llamado tu atención las pequeñas placas con inscripciones colocadas sobre el respaldo de muchos de ellos.
En 1986, la Central Park Conservancy puso en marcha un programa llamado Adopt a bench que, tal y como su propio nombre indica, consiste precisamente en eso… en adoptar un banco.
En estos casi 30 años de vigencia del programa, unos 4.000 bancos han sido ya «adoptados». Y eso que la aportación necesaria no es ninguna tontería. Con una donación de 10.000 dólares, la Central Park Conservancy instala una placa con una inscripción en el banco elegido y se compromete a mantener el mismo en buenas condiciones así como el entorno que lo rodea.
Si hablamos de los llamados bancos rústicos, tallados a mano y situados en lugares privilegiados, la cifra asciende a 25.000 dólares.
Pero… ¿a quién o a que están dedicadas estas pequeñas placas?
Pues hay de todo: aniversarios, nacimientos, citas célebres, personas famosas, cumpleaños, graduaciones, en recuerdo a personas fallecidas o, incluso… proposiciones matrimoniales.

Algunas zonas del parque como: The Pond, Strawberry Fields, Conservatory Water, The Lake, Literary Walk, o los alrededores de esculturas como las dedicadas a Alicia o Hans Christian Andersen tienen todos sus bancos adoptados.
¿Sabias que…?
Además, existe la posibilidad de adoptar uno de los más de 19.000 árboles plantados en Central Park. De esta forma, contribuyes a su mantenimiento y a la plantación de nuevos ejemplares.
Con el apadrinamiento de cada árbol se instala una baldosa conmemorativa en el extremo sur del Literary Walk.