El próximo jueves se celebra Halloween, una fiesta de origen celta vinculada con la conmemoración del Samhain. Los inmigrantes irlandeses fueron los encargados de introducir esta tradición en América del Norte.
Una bruja en Central Park
En su más de siglo y medio de historia, Central Park, ha sido protagonista de muchos secretos, mitos y misterios. Son muchos los visitantes que aseguran haber visto fantasmas. Incluso, aseguran que Bethesda Terrace es un lugar encantado donde habita una bruja. Esto último es cierto, pero debo aclarar que se trata de una bruja de piedra, esculpida por Jacob Wrey Mould (ayudante de Calvert Vaux) en 1868.
La podéis ver en la balaustrada que bordea la escalera situada más al oeste. Aparece representada montada sobre su escoba, con una calabaza de Halloween a sus pies e iluminada por la Luna en Cuarto Creciente.
Patinadoras fantasma
Si nos trasladamos al suroeste del parque, en concreto hasta la pista de hielo de Wollman Rink, quizás podamos ver patinar a dos hermosas jóvenes ataviadas con vestidos de la época victoriana (una con un vestido rojo y la otra color púrpura). Son los fantasmas de Janet y Rosetta Van Der Voort, dos hermanas que vivían bajo el yugo de un padre sobreprotector y opresivo. Al parecer, patinar era la única actividad social que este les permitía.
Las dos hermanas fallecieron en 1880 con pocos meses de diferencia. Lo curioso es que la actual pista de patinaje se inauguró en 1951. Parece ser que las hermanas Van Der Voort decidieron «trasladarse» a este lugar tras cerrarse la pista del lago.
Fuentes: Central Park.org, Wikipedia