Debido a un plan de renovación del metro de Nueva York que comenzó en el 2001, centenares de los vagones que durante décadas recorrieron Manhattan, Brooklyn, Queens y el Bronx han acabado convertidos finalmente en arrecifes artificiales en el fondo del océano Atlántico.
Los convoyes del metro de Nueva York son ideales para este cometido, ya que son de acero inoxidable en el exterior, contienen menos amianto y son más resistentes que otros modelos.
Muchos de los viejos vagones de la MTA (la autoridad de transporte metropolitano) pasan, después de su jubilación, a un cuidadoso proceso de desguace en el que son despojados de la mayoría de los accesorios de su interior. También se les somete a un proceso de descontaminación antes de ser apilados en grandes barcos.
El destino de estos cargueros repletos de vagones de metro son, entre otros destinos, las costas de Delaware, Maryland y Nueva Jersey.
Uno a uno, los vagones son lanzados al océano, a 80 metros de profundidad, donde se convierten en arrecifes artificiales que albergaran flora y fauna marina.
Todo comenzó cuando la Autoridad Metropolitana del Transporte (MTA), la agencia encargada del metro en Nueva York, decidió renovar su flota y pensó en el océano como sitio donde depositar los casi 1.300 vagones que jubilaba en el proceso. La ciudad incluso se hacía cargo del coste del transporte y del hundimiento. Es mucho mas barato esto que tener que desguazar los trenes.
Se limpió el interior de los vagones y del exterior se quitaron elementos peligrosos como los cristales, las puertas y los aceitosos engranajes y ruedas. Una vez sumergidos comenzaron a instalarse en su interior mejillones, ostras y otros crustáceos y moluscos. Por sus recovecos también empezaron a circular bancos de róbalos y platijas.
El fotógrafo Stephen Mallon ha retratado en su obra Next Stop Atlantic el proceso de conversión de los viejos vagones en arrecifes artificiales destinados a convertirse en paraísos para la vida marina.
Más fotos del proceso:
http://www.stephenmallon.com/#/Photography/Next Stop Atlantic/1
Por ningún motivo crean que esta solución es ecológicamente razonable. Es una forma de contaminar oligopolicamente aceptada por unanimidad. En vez de reciclar el acero inoxidable, lo contabilizan sin valor de salvamento. Se están y le están echando cuchillo al cuello, a esta y futuras generaciones. !!
[…] casi tres años y medio, dedicaba una entrada del blog a una iniciativa de la MTA (Autoridad Metropolitana del […]