Poco a poco, las ciudades del noreste de Estados Unidos como Boston, Nueva York, o Filadelfia están volviendo a la normalidad, tras el paso de Juno. La tormenta de nieve resultó ser (afortunadamente) «menos destructiva» de lo esperado.
Buena prueba de ello es que, en Nueva York, se esperaba una precipitación que dejara en sus calles una capa de entre 45 y 60 centímetros de nieve. En Central Park se registraron finalmente tan solo 16 centímetros.
Se reanuda el tráfico y el transporte público
El Gobernador del Estado, Cuomo y el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, habían prohibido la circulación de vehículos que no fueran de emergencia, para facilitar el trabajo de los vehículos quitanieves.
El metro neoyorquino, que permanecía cerrado ante la posibilidad de cortes en el suministro eléctrico, ha reanudado el servicio con normalidad. Del mismo modo, los dos aeropuertos de la ciudad: JFK y LaGuardia, vuelven a estar operativos. Entre el lunes y el martes se cancelaron más de seis mil vuelos.