
Una inmensa mayoría de los que hemos visitado Venecia atravesamos, durante nuestra visita al Palacio Ducal, el conocido como “Puente de los Suspiros”.
Inaugurado en 1602, conectaba el edificio de las cárceles con las salas de interrogatorio y juicio situadas en el palacio del Dux. Su nombre proviene de un poema de Lord Byron y alude al hecho de que, una vez condenados los reos, atravesaban el puente para ser conducidos a prisión, donde serian ejecutados o encerrados durante muchos años. A través de sus pequeños ventanales veían Venecia y suspiraban por la libertad perdida.
Nueva York también tuvo su propio Puente de los Suspiros. Al igual que en la ciudad italiana, comunicaba el edificio del Tribunal penal con la prisión, delimitada por las calles Center, Franklin, Elm, y Leonard.
Justo al atravesar el puente, en el patio de la prisión, se encontraba la horca donde eran ejecutados los condenados a muerte.
El puente que aparece en la fotografía fue construido en 1902 y derribado en 1974 al construirse la nueva prisión. Anteriormente hubo otro puente edificado en 1838.
Imágenes: Detroit Publishing Co./Archivo New York Public Library (NYPL)