Como es bien sabido, la Estatua de la Libertad fue un regalo del pueblo francés al pueblo estadounidense con motivo de la celebración del centenario de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos.
Es obra del escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi pero la estructura metálica interna se le encargó al ingeniero Alexandre Gustave Eiffel, si el mismo que diseñó la celebre torre parisina del mismo nombre.
Un descubrimiento tan casual como sorprendente
Vamos a remontarnos a finales de 2018. Barry Lawrence Ruderman, un coleccionista norteamericano de mapas y planos antiguos , adquiere en una subasta en París una carpeta con material del taller de Gustave Eiffel.
Según constaba en el catálogo de la casa de subastas el lote incluía planos y otros documentos relacionados con la Estatua de la Libertad.
Al examinar el contenido de la carpeta, el nuevo propietario encontró 22 documentos en estado muy frágil que tuvo que recuperar con ayuda de una cámara humidificada.
Los documentos resultaron ser planos y dibujos de ingeniería originales de la Estatua, muchos de ellos con anotaciones y cálculos escritos a mano en los márgenes.
Un importante cambio respecto al diseño original
En uno de los documentos recuperados, fechado el 28 de julio de 1882, aparecen los bocetos originales modificados con tinta roja. Por aquella fecha, la construcción de la estatua en el taller de Gaget, Gauthier et Cie, en París, se encontraba bastante avanzada.
Según estos dibujos, Bartholdi no respetó totalmente el diseño original propuesto por Eiffel y realizó un cambio bastante llamativo.
En concreto, se trataría del brazo derecho de la estatua con el que sostiene la antorcha que «ilumina al mundo«.
Bartholdi decidió que el brazo fuese más delgado e inclinado hacia afuera, al contrario que el diseño de Eiffel con un hombro más voluminoso y un brazo más vertical que el que conocemos.