La curiosa historia del triángulo Hess

Últimamente, han pasado por las páginas de este blog, el museo más pequeño de Nueva York y la casa más estrecha. Hoy le toca el turno a la propiedad privada de menor tamaño.

En el West Village, frente la entrada a la tienda de tabacos Village Cigars (esquina Christopher Street con la Séptima Avenida), podemos ver en la acera un pequeño mosaico con forma  triangular.

Triángulo Hess

En su interior, puede leerse una curiosa inscripción:

Property of the Hess Estate Which Has Never Been Dedicated For Public Purposes”

(Propiedad del patrimonio Hess que nunca ha sido dedicada para fines públicos)

Fue colocada en este lugar en 1922 y nos recuerda la obstinada lucha entre un hombre, David Hess, y el Ayuntamiento de Nueva York.

Esta es su historia:

El señor Hess era el propietario de Voorhis, un edificio de apartamentos con cinco plantas situado en el cruce de Christopher Street con la Séptima Avenida. En 1910, con motivo de la ampliación de la línea 1 de metro, decenas de edificios fueron expropiados por el ayuntamiento. Entre ellos se encontraba el edificio Voorhis.

David Hess se negó en rotundo a la demolición. En un intento desesperado por preservar su edificio llevó al Ayuntamiento de la ciudad ante los tribunales. En 1914, tras varios años de pleitos, los tribunales dictaron sentencia a favor del ayuntamiento.

Village Cigars

El edificio fue derribado y lo único que quedó en posesión de Hess (no se sabe muy bien porque razón) fue un pequeño triángulo de terreno de poco más de un metro cuadrado. De manera inmediata, las autoridades de la ciudad intentaron convencer a Hess para que donara su minúscula posesión con el fin de ampliar la acera.

Después de años de batallas legales, perder su edificio, y sentirse humillado, se negó en rotundo a llevar a cabo dicha donación.

Contra viento y marea logró mantener su pequeña porción de tierra. El 27 de julio de 1922, ordenó colocar sobre la acera el mosaico con la inscripción. De esta manera quiso dejar constancia de su victoria frente a los gobernantes de Nueva York.

Finalmente, en 1938, Hess vendió el terreno a los propietarios de Village Cigars por 1.000 dólares. Estos decidieron conservar intacto el mosaico. Por supuesto, como cualquier otra propiedad, paga al ayuntamiento sus correspondientes tasas e impuestos.

 

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