George T. Delacorte, el millonario y filántropo neoyorquino, buscaba la manera de honrar la memoria de su esposa, Margarita, fallecida unos meses antes. Una mañana de domingo, viendo jugar a los niños mientras paseaba por Central Park, recordó que su esposa había sido una ferviente admiradora de Lewis Carroll y su obra. Se le ocurrió financiar la creación de una escultura basada en Alicia en el país de las maravillas, la novela más célebre del escritor británico.
Delacorte encargó su creación al escultor español José de Creeft. El cual, se inspiró en los dibujos originales de Sir John Tenniel, que ilustraron la primera edición del libro. Creeft trabajó estrechamente con el arquitecto Hideo Sasaki y el diseñador español Fernando Texidor.
La escultura fue fundida en bronce en los talleres Modern Art Foundry, en Long Island (Queens). En el centro, aparece Alicia, sentada sobre una seta gigante, con su gata Dinah sobre el regazo, y rodeada por el resto de personajes de la novela: el conejo blanco, el gato de Cheshire, el lirón, y el Sombrerero Loco.
En el círculo de piedra que rodea la escultura se incorporaron placas de bronce con fragmentos de la novela, incluidas unas líneas del poema «Jabberwocky», el favorito de Margarita Delacorte.
El 7 de mayo de 1959, el Comisionado de Parques, Robert Moses, descubrió la estatua en presencia de George T. Delacorte. Aunque su nombre oficial es “Margarita Delacorte Memorial», es conocida por todos como «Alice in Wonderland». A diferencia de cualquier otra escultura, fue especialmente diseñada para que los niños pudieran encaramarse y jugar sobre ella. Esta circunstancia la ha convertido en el lugar favorito de los niños en Central Park.
Se encuentra ubicada justo al norte del Conservatory Water y al este de la calle 74.
¿Sabías que…?
José de Creeft se inspiró en su hija Donna Maria para crear el rostro de Alicia. El rostro del Sombrerero Loco es una caricatura del mismísimo George T. Delacorte.
Historias de Nueva York 
Gracias mil por cada dia comenzar mi dia con fotografias, esculturas y comentarios tan agradables, Dios le bendiga rica y abundantemente.
Original forma de perpetuar el amor: a la mujer, a la madre, a la niñez y a la vida.
Gracias Luz!!! Por entrar cada día al blog… y por comentar. Saludos..
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Cessons de considérer Sarkozy comme un avocat: sa vocation, c’est puctlbiiaire, et c’est là qu’il sera heureux (et qu’il fera le moins de dégâts, je pense).
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En la película de Woody Allen «Un día de lluvia en Nueva York» la escena final nos muestra el reloj del Central Park.
¿Saben en qué otras películas sale esa fuente.
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