Resulta realmente curioso ir paseando por Central Park y, de repente, encontrarse con esta construcción que parece sacada de un cuento de hadas.

Situado en el punto más alto de Central Park, sobre una colina de roca esquisto denominada «Vista Rock», se yergue majestuoso el Castillo Belvedere.

Diseñado por Calvert Vaux en 1869, es un híbrido arquitectónico que mezcla los estilos Gótico, Románico y Victoriano. Construido con granito gris de las canteras de Quincy (Massachusetts), la pizarra de sus tejados a procede de Vermont, Virginia y Nueva York.

Su nombre: Belvedere, es un término que deriva del italiano «bella vista» y se utiliza en arquitectura para referirse a cualquier clase de estructura arquitectónica con una vista privilegiada.

 Observatorio meteorológico

El castillo Belvedere fue concebido inicialmente como un lugar al aire libre, sin puertas ni ventanas. Esto cambió en 1919, cuando la Oficina Meteorológica de los Estados Unidos trasladó hasta el castillo el Observatorio situado en Central Park. (Hasta entonces se encontraba en el arsenal, (Quinta Avenida con la calle 64), donde el Dr. Daniel Draper fundó un observatorio meteorológico en 1869.

Decadencia y renovación

A principios de la década de los sesenta, la Oficina Meteorológica automatiza el laboratorio y cierra sus oficinas. El edificio comienza poco a poco a deteriorarse hasta que, en 1983, la Central Park Conservancy sustituye la torreta original, reconstruye los pabellones, y convierte el castillo en un centro de visitantes.

Trece años más tarde, en 1996, se instala en el castillo el Henry Luce Nature Observatory; un lugar desde el que apreciar toda la flora y la fauna del parque. La entrada es gratuita y está abierto al público de martes a domingo, entre las 10 de la mañana y las 5 de la tarde.

El 26 de febrero de 2018 cerró sus puertas al público durante 16 meses para ser sometido a una profunda renovación. Su reapertura está prevista para el 28 de junio de 2019.

Alrededores del castillo 

El castillo Belvedere se encuentra situado a orillas del Great Lawn and Turtle Pond, conocido como el «estanque de las tortugas» y rediseñado en 1997. Además de las tortugas, en este lugar habitan aves, insectos, anfibios y reptiles.